Las brechas de informalidad y su relación con la pobreza en Ecuador

El mercado laboral ecuatoriano presenta desafíos estructurales que condicionan la calidad del empleo. En 2003, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) la población económicamente activa (PEA) era de 6,1 millones de personas; en 2019 creció hasta 8,1 millones con una tasa de participación global de 65,3%. La población con empleo sumó 7,8 millones de personas, de las cuales 60,1% no contó con ningún tipo de seguridad social, y el 46,7% se empleó en el sector informal.

Si se analiza la economía ecuatoriana, se puede observar que esta concentra la mayor parte del empleo en sectores de baja productividad (sectores que no utilizan eficientemente sus recursos, como mano de obra, maquinaria y tecnología), y bajas condiciones de formalidad (porcentaje de personas que se encuentran afiliadas a la seguridad social). De acuerdo con datos de la ENEMDU, los sectores primarios (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) y el comercio abarcan entre el 51% (en 2003) y el 53% (en 2019) del empleo, con un nivel de informalidad de entre el 70% y el 95%. En este escenario, la movilización del empleo hacia sectores de mayor productividad y formalidad resulta importante para impulsar el desarrollo económico y social, a través de un proceso de reasignación de recursos, no solo con la movilidad hacia sectores de mayor productividad, sino también aumentando la productividad y formalidad de los sectores rezagados, que permita alcanzar mayores niveles de crecimiento económico. Estas diferencias entre sectores económicos producidas por brechas de productividad, informalidad y empobrecimiento, genera economías inestables, poco productivas e insostenibles, lo que acentúa las desigualdades socioeconómicas, deteriorando la integración social y aumentando los niveles de pobreza, la cual repercute, a su vez, en mayor discriminación y desigualdades (OIT, 2003; Stiglitz, 2012).

Tomando estas consideraciones como punto de partida, la investigación “La estructura del mercado laboral en Ecuador, 2003-2019: Análisis de las brechas de informalidad por género y etnia, y su relación con la pobreza” (2021) tuvo como objetivo analizar la evolución de la estructura económica en lo que respecta a la distribución del empleo en Ecuador entre los años 2003 y 2019, e identificar las brechas de informalidad laboral entre los sectores, analizado por género y etnia, y su relación con la pobreza. El análisis se realiza siguiendo a Chacaltana (2016), quien utiliza una variante de la metodología de McMillan et al. (2014) para descomponer la formalidad laboral en dos componentes. El primero, de nivel intrasectorial que captura la formalización dentro de cada sector económico y el segundo, de carácter intersectorial que recoge la movilidad de trabajadores desde un sector hacia otro.

Los resultados obtenidos demuestran que los sectores con mayor concentración de empleo son el sector primario, el comercio y la industria manufacturera, y los sectores que presentan mayor número de empleados afiliados a la seguridad social (mayor formalidad) son la administración pública, la intermediación financiera y la enseñanza. Además, los resultados demuestran que la formalización se genera de forma intrasectorial (dentro de cada sector) y de manera relacionada con el ciclo económico, es decir que a medida que pasa el tiempo dentro de cada sector se aumenta la formalización y, si hay momentos de auge económico, entonces hay mayor formalización del empleo. Por otra parte, no hay evidencia de cambio estructural, entendido como la movilización de trabajadores desde sectores de baja formalidad hacia otros de mayor formalidad y productividad.

Tabla 1. Tasa de formalidad global y absorción laboral (%).

Actividad económica

2003

2007

2014

2019

Tasa de formalidad global

Tasas de absorción laboral

Tasa de formalidad global

Tasas de absorción laboral

Tasa de formalidad global

Tasas de absorción laboral

Tasa de formalidad global

Tasas de absorción laboral

Primario

4,72

30,68

18,79

29,64

34,77

29,63

27,78

35,33

Manufacturero

23,19

11,67

28,40

10,92

45,86

13,37

42,68

11,44

Servicios

62,94

0,37

78,97

0,39

53,07

0,67

45,11

0,81

Construcción

5,37

6,62

11,63

6,89

43,48

3,11

36,38

3,04

Comercio

10,50

20,47

19,36

20,30

34,42

20,06

30,92

17,66

Hoteles y restaurantes

10,26

2,91

18,07

4,82

31,64

6,56

26,32

7,02

Transporte y comunicaciones

13,49

4,86

24,59

5,69

36,83

6,76

29,85

6,27

Intermediación financiera

71,87

1,00

70,81

0,97

93,39

1,18

92,36

0,76

Administración pública

77,35

3,77

89,66

3,14

96,45

4,01

94,84

3,11

Enseñanza

65,85

4,73

72,46

4,79

90,73

3,03

84,48

3,39

Salud

49,12

2,33

53,71

2,31

80,26

2,80

75,58

3,14

Otros servicios

14,25

10,60

27,82

10,14

40,02

8,82

33,57

8,03


Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (2003, 2007, 2014, 2019).


Con respecto a la reproducción de las desigualdades, se concluye que las mujeres trabajan en sectores de mayor informalidad, lo que aumenta su vulnerabilidad económica en comparación con la de los hombres. Adicionalmente se evidencia la presencia de pueblos y nacionalidades indígenas en sectores de menor formalidad, seguido por los mestizos y afrodescendientes.

Finalmente, la baja formalización, a lo que se suma la vulnerabilidad de las mujeres y especialmente la de los indígenas en el mercado laboral, refleja una estructura económica de baja productividad (poco eficiente en la utilización de sus recursos) y la presencia de brechas de desigualdad social. Esta situación no ha variado en el periodo de análisis y se presenta como un limitante al desarrollo, así como en la reducción de la pobreza y la desigualdad. En este marco, Rosenbluth (1994) afirma que la mayor parte de los pobres pertenecen al sector informal de la economía; efectivamente, en la economía ecuatoriana existe una relación inversa entre la tasa de formalidad y la prevalencia de la pobreza en cada actividad económica, es decir que, a menor niveles de formalidad, mayores tasas de pobreza.

En este sentido, para promover el cambio estructural y el crecimiento inclusivo se vuelve necesario establecer estrategias que combinen el aumento de productividad dentro de cada sector, desde el acceso a tecnología y al conocimiento necesario para su aplicación, y al mismo tiempo, generar capacidades para facilitar la movilidad del empleo de sectores de baja productividad hacia sectores de alta productividad. Pero, además, dados los altos niveles de informalidad, se requiere ampliar y fortalecer las políticas públicas enfocadas a garantizar los niveles básicos de vida para reducir desigualdades y reducir el riesgo de pobreza, al tiempo que se promueven políticas de igualdad basada en la eliminación del machismo y el racismo que generan exclusión económica y social, tanto por brechas de ingresos como por una clara segmentación poblacional en determinadas actividades económicas. Por esta razón, es necesario pensar en políticas de formalización con un enfoque multidimensional que involucre varios actores con acciones coordinadas. Finalmente, es importante el fortalecimiento institucional que permita hacer cumplir estándares laborales, mediante políticas destinadas al conocimiento y a la simplificación de las normas, al registro empresarial y a la protección laboral.


Carolina Sánchez
Andrés Mideros
Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Referencias

Chacaltana, J. (2016). 2002-2021: Crecimiento, cambio estructural y formalización. Revista CEPAL, 119, 47-68. doi:https://repositorio.cepal.org/handle/11362/40402

McMillan, M., Rodrik, D., & Gallo-Verdizco, Í. (2014). Globalization, structural change, and productivity griwth, with an update on Africa. World Development, 63, 11-32. doi:https://doi.org/10.1016/j.worlddev. 2013.10.012

Mideros, A., Luna, J., & Sánchez , C. (2021). La estructura del mercado laboral en Ecuador, 2003-2019: Análisis de las brechas de informalidad por género y etnia, y su relación con la pobreza. Quito: AUSJAL.

OIT. (2003). La hora de la igualdad en el trabajo. Ginebra: Organización Internacional del Trabajo. Obtenido de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/wcms_publ_9223128714_sp.pdf

Rosenbluth, G. (1994). Informalidad y Pobreza en America Latina. CEPAL, No. 52, 157-178. Obtenido de http://hdl.handle.net/11362/11941
Stiglitz, J. (2012). El precio de la desigualdad. España: Taurus.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los cambios que demanda la política de salud en México frente al COVID-19

Dimensiones subjetivas de la pobreza. Retos para la medición

Los puntos sobre las íes. El rostro femenino de la pobreza laboral en México