El rol de la participación cultural en el bienestar subjetivo en México




En los últimos años, la participación en actividades artísticas y culturales (o participación cultural) ha sido un tema ampliamente debatido debido a su supuesto impacto en el bienestar individual y colectivo. A pesar de lo inacabado de esta discusión, en México, la relación entre participación cultural y bienestar se ha utilizado en el diseño e implementación de diversas políticas públicas e intervenciones sociales (como en el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, 2014-2018) porque se ha asumido reiteradamente que el contacto con el arte y la cultura mejora el desarrollo humano.

Sin embargo, la relación entre participación cultural y bienestar sigue siendo un fenómeno ambiguo y poco explorado. Según diversos autores, este vínculo no se ha estudiado completamente, está mal conceptualizado, o es inconsistente. En la literatura del área se puede observar que las principales razones de esta incertidumbre son la ausencia de un conjunto coherente de hallazgos, la falta de consenso en el concepto de cultura y una discusión aún sostenida sobre lo que constituye el bienestar o sus componentes. 

Algunas de estas barreras se han resuelto al emplear el concepto de bienestar subjetivo como categoría representativa del bienestar general. El bienestar subjetivo se refiere a la percepción que los individuos tienen sobre sus condiciones materiales, dentro de su propio contexto y a partir de su propia ideología o cosmovisión. Es un concepto, que en comparación con otros, permite la comparabilidad, y cuya medición es más clara y consistente que otras ideas. Algunos de sus componentes o dimensiones más citados suelen ser la satisfacción con la vida y el balance afectivo (o el equilibrio entre emociones positivas y emociones negativas).

Diversos autores han asociado positivamente la participación cultural con el bienestar subjetivo, al igual que con el bienestar general, la calidad de vida y la salud física y mental. Esto podría implicar que a mayor participación, mejor calidad de vida para los individuos y sus comunidades. Sin embargo, en México, esta relación ha recibido poca atención, a pesar de que el sector cultural representó en 2018 el 3.2% del producto interno bruto (PIB) (INEGI, n.d.) y fue el quinto sector en importancia económica. Considerando el rol potencial que se le atribuye a la participación cultural en el bienestar, así como su impacto económico, sería importante explorar y entender la relación entre ésta y el bienestar subjetivo en la población mexicana.

En un estudio reciente, se analizaron estadísticamente datos de la Encuesta de Bienestar Autorreportado (BIARE). Los resultados revelaron que en México ciertas actividades culturales se encuentran positivamente relacionadas con el bienestar subjetivo. Actividades como leer libros, leer artículos, participar en clases de arte y asistir a películas y teatro se encuentran asociadas con la satisfacción con la vida, las emociones positivas y el equilibrio afectivo. Por otra parte, actividades como la participación en clases de manualidades, asistencia a conciertos, mirar televisión educativa o asistir a galerías y museos no reportó ninguna asociación, ni positiva ni negativa, con el bienestar subjetivo ni sus componentes. En ninguno de los tipos de participación mencionados se encontró una relación con las emociones negativas de los encuestados. Estos resultados se pueden interpretar de diversas maneras, pero principalmente sugieren que la participación cultural podría contribuir al bienestar subjetivo. Además, enfatizan, que la relación entre la participación cultural y el bienestar subjetivo en México debería evaluarse de manera regular, pues ambos parecen encontrarse relacionados. 

Estudios como estos permiten explorar la relación entre las diferentes formas de participación cultural y los componentes del bienestar subjetivo, en el contexto propio de la población mexicana, en contraste con muchos otros estudios que sólo evalúan a poblaciones con alto desarrollo económico.  

Los resultados de este estudio tienen implicaciones en la práctica. En el desarrollo, diseño e implementación de políticas públicas, los efectos en el bienestar subjetivo sugieren que la participación cultural puede ser una vía necesaria para la mejora de las condiciones de la calidad de vida, el desarrollo del bienestar y el desarrollo de las capacidades humanas. En la labor de los gestores culturales, se requiere evidencia para el diseño y desarrollo de intervenciones y programas donde las actividades culturales se utilicen como componentes o determinantes del bienestar subjetivo o la promoción de la inclusión social; o bien, para la construcción de intervenciones donde la participación cultural puede desempeñar un rol como factor protector. 

Sobre esto último, se requiere la ejecución de estudios más amplios y más frecuentes sobre el tema. Específicamente, es necesario estudiar lo que sucede con la relación participación cultural y bienestar en aquellas poblaciones vulnerables que usualmente han sido excluidas de los servicios culturales, tales como indígenas, adultos mayores, personas en situación de discapacidad o en altos niveles de marginación, entre otros.

El escenario actual de la pandemia global, junto con el distanciamiento social, plantean como un importante desafío el mantenimiento y recuperación del bienestar y la salud mental. En este contexto, la asociación entre participación cultural y bienestar subjetivo no puede obviarse y por el contrario, deberían ser implementadas medidas que permitan a los individuos acceder más fácilmente a los recursos culturales de su preferencia, además de las de por sí obligatorias medidas económicas y sanitarias. De lo contrario, se corre el riesgo de minimizar los efectos futuros de la pandemia, pero más importante, de evitar repercusiones a mediano y largo plazo en la calidad de vida de los individuos y las comunidades.

Javier Reyes Martínez
Boston College y Universidad Iberoamericana


Referencias

INEGI. (n.d.). Cultura. Recuperado el 10 de 09 de 2019, de http://www.beta.inegi.org.mx/temas/cultura/ 

Reyes-Martínez, J., Takeuchi, D., Martinez-Martinez, O., Lombe, M. (2020) Cultural Participation and Subjective Well-Being in Mexico. Applied Research in Quality of Life, https://doi.org/10.1007/s11482-020-09811-82019


Comentarios

Entradas populares de este blog

Los cambios que demanda la política de salud en México frente al COVID-19

Dimensiones subjetivas de la pobreza. Retos para la medición

Los puntos sobre las íes. El rostro femenino de la pobreza laboral en México